“Una nueva esperanza será
la promesa que anime el andar,
la pasión de un amor
que lleva aún más allá…”
La canción Aún más allá, compuesta por el jesuita Phillip Hurley (“Carry you”, en el original), es un tremendo regalo para volver a adentrarnos en el misterio de la vida entendida como un peregrinar, una búsqueda permanente, amorosa, activa y atenta a aquello que “más conduce al fin para que somos criados”, como reza el Principio y Fundamento en los Ejercicios Espirituales de San Ignacio (EE 23).
Cuando heridas profundas, frustraciones vitales, miedos y límites nos tienden a estancar y aplastar; cuando la sociedad en su conjunto, personas puntuales o hasta nosotros mismos nos empujamos hacia el desprecio y el vacío, a veces logramos dar con esa luz que más bien nos recuerda nuestra dignidad inalienable. El soplo de Dios nos moviliza sin forzarnos, nos despierta para ponernos en camino desde la propia libertad.
Así, ayudados de su amor y su gracia, acompañados en comunidad, se pueden abrir los ojos del mundo interior para ver todas las cosas nuevas en Cristo, para hallar la ternura y la justicia de Dios, el amor y la alabanza en personas y situaciones que el mundo da por perdidas, despreciables o insignificantes. Una pasión nueva, que se duele con el dolor de otros seres humanos, de la Creación y del propio andar, nos lleva aún más allá hacia el compromiso y la gratuidad, la lucha y la alegría verdadera.
Este canto forma parte del disco Nova Omnia, que recoge composiciones jesuitas de distintas partes del mundo. Los arreglos son de Nicolás Emden (Chile) y participa también en los coros la hermosa voz de Ildrys Días (República Dominicana). En el bajo, Camilo Atria (Chile) y en la batería y percusión, Ross Hodkingson (Escocia).
Ilustraciones y este hermoso video son creación de David Leiberg (Estados Unidos):