“…Ya cae la noche tranquila,
la noche que te vio nacer,
y mi alma se aquieta y espera
vivir un momento de paz”.
Hay canciones que nos ayudan a expresar deseos muy profundos, al mismo tiempo que ensanchar la mirada y expandir el corazón hacia perspectivas nuevas. Nace un rey es una de ellas. Una hermosa composición de Pablo Coloma, gran músico religioso chileno que nos ha ayudado a muchas personas a conectarnos con una experiencia auténtica y encarnada, a la vez que devota y respetuosa, del misterio de la Encarnación, el Dios-con-nosotros, el Emmanuel.
Todo su álbum Pueblo de Dios está dedicado a la Navidad, pero solo se encuentran disponibles los más recientes en su perfil de spotify. El disco “No hay amor más grande” (2016) incluye una nueva versión de este canto, que tuve el privilegio de grabar junto a la comunidad eclesial de la diócesis de Valdivia algunos años atrás en un video colaborativo.
Les cuento algo de esa experiencia. El año 2016 la diócesis Nuestra Señora del Rosario, en Valdivia, sur de Chile, me pidió que les ayudara a preparar el corazón para celebrar la Navidad en comunidad. Conversando posibilidades, se nos ocurrió convocar para una actividad musical a todas las personas que quisieran participar con sus voces. No pensando primeramente en coros, sino en las comunidades y personas que simplemente se sintieran movidas a hacerlo. Liderados por el Vicario General, P. Nelson Huaiquimil, se organizó un extraordinario equipo que sumó la pastoral juvenil, educativa, los distintos decanatos, músicos locales, la comunidad de sordos y la orquesta infantil juvenil CIFAN, dirigida por Pablo Matamala.
Preparé unos arreglos sencillos y grabé las voces en audios mp3 que se les fueron enviando por correo a quienes se inscribieron digitalmente, según sus voces de preferencia. Todas y todos debían aprenderse sus partes para el día señalado. Unos pocos tuvieron la oportunidad de reunirse previamente para ensayar, pero sinceramente no sabíamos cuál sería el resultado final. Llegó el gran día. Mucho nerviosismo y mucho entusiasmo.
Me consta la diversidad de quienes participaron, pues yo veía las inscripciones: peluqueras, obreros, doctores, estudiantes, niñas y niños, empresarios, dueñas de casa, pescadores, sacerdotes, vendedores ambulantes, religiosas, personal de la policía, visitantes de otras regiones… No nos conocíamos, pero nos sentíamos juntos en esto. Luego de orar y saludarnos con cariño, nos lanzamos sin más a hacer una primera versión de la canción, “como saliera”… Y el resultado fue asombroso. Quedamos todos emocionados, realmente. Cada uno había puesto lo suyo. Las cámaras no logran captar del todo el palpitar de nuestros corazones. Sentimos que la Navidad había llegado, que Jesús estaba permitiéndonos recibirlo en comunidad, que la noche se llenaba de luz. Un par de ensayos más y nos lanzamos a grabar. He aquí el resultado.
Este tiempo de Adviento es una metáfora del reino, una oportunidad de soñarnos en comunidad, abrazados en cariño sin buscar borrar nuestras diferencias, sino respetándonos y reconociéndonos en ellas. Algo nuevo empezó en Belén para la historia de la humanidad desde el riesgo de la vulnerabilidad. Hoy sigue siendo una invitación para todas y todos el recorrer ese mismo camino. Gocemos juntos esta buena noticia, formemos un pesebre que acoge, que sueña, que espera y abre paso al Salvador.
Con mucho cariño les dejo aquí el video de la canción: